He de anunciar al mundo que no me gustan nada los cuadrados.
Ni los cuadrados, ni las lineas estrechas entrelazadas unas con otras sin orden, como un tejido tejido por un mal tejedor, como una sopa de fideos con exceso de caldo.
Si, se podría decir así.
Las columnas y las filas, unidas en familia tampoco me gustan nada de nada, y sin familiarizar, qué coño.
No sé qué preferiría, si cuadrados o columnas o filas, andarán ahí ahí.
Ahora, por lo que derrocho devoción es por los rectángulos, los rectángulos son otra cosa.
Los que más me gustan con los que tienen una base bien anchota y poca altura, que no den vértigo, ya me entendéis.
De los círculos, elipses, circunferencias, u otras manchas, no tengo opinión. Nunca concebí ninguna, aunque he de reconocer que siento curiosidad.
viernes, 29 de enero de 2010
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Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarA mí esta noche me ha salido un cuadrado en el ojo. Creo que me voy a insertar un poliedro a través del ano, recorriendo el recto. Sangre coagulada en el esfínter.
ResponderEliminarentonces busca estar rodeado de rectangulos en la vida,nou?
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